Centro Médico San Juan de la Cruz
Servicios de Cirugía Vascular
Insuficiencia Venosa
Las varices o insuficiencia venosa crónica es el cuadro clínico ocasionado por la dificultad del retorno venoso de las extremidades inferiores.
La Organización Mundial de la Salud define las varices como «dilataciones de las venas que con frecuencia son tortuosas».
Todo el proceso que lleva a la insuficiencia venosa crónica está favorecido por el ortostatismo por lo que cualquier persona puede padecer la enfermedad.
No obstante, es más frecuente en las mujeres y tiene una mayor incidencia en obesos y personas cuya actividad profesional exige estancias prolongadas de pie.
Ofrecemos a los pacientes con varices una consulta de alta resolución: en una única sesión, el médico realiza las pruebas para ofrecerle un diagnóstico y un plan de tratamiento personalizado según el tamaño, la localización o morfología y la gravedad.
¿Cuáles son los síntomas de la insuficiencia venosa?
El cuadro clínico es variado e incluye desde el paciente asintomático, cuya única preocupación es el problema estético que comporta la existencia de varices, al paciente con la sintomatología característica, (piernas pesadas, dolor, calambres y sensación de cansancio permanente, que mejora con el reposo, la elevación de la extremidad y el frío y empeora con la bipedestación y el calor).
Clasificación de las varices
CLASIFICACIÓN DE LAS VARICES
SEGÚN SU TAMAÑO:
Telangiectasias o arañas vasculares.
Son dilataciones de venas muy pequeñas situadas dentro de la propia piel. Son tan pequeñas que, normalmente, no se ven a simple vista, aunque cuando se dilatan se puede apreciar su recorrido a través de la piel en forma de caminos de color azulado. En su gran mayoría suelen ser un problema exclusivamente estético.
Las arañas vasculares son pequeñas lesiones de color rojo o violáceo de apariencia similar a las telas que tejen los arácnidos; de ahí su nombre. Son fácilmente visibles a través de la piel, ya que se localizan en un nivel muy superficial, casi siempre en las piernas.
Las causas de la aparición de las arañas vasculares no están muy claras, aunque normalmente se relacionan con factores hormonales (embarazo, tratamientos con anticonceptivos orales…), genéticos o ambientales, como la exposición excesiva al sol o a fuentes de calor, la aplicación prolongada de cremas con esteroides…
También llamadas telangiectasias, las arañas vasculares de las piernas están consideradas varices muy leves, pero no son preocupantes desde un punto de vista clínico. De hecho, cuando se presentan de forma aislada su eliminación responde únicamente a criterios estéticos, ya que si son muy numerosas pueden afear la apariencia de las piernas.
Varices reticulares.
Son dilataciones de venas subcutáneas visibles de pocos milímetros. Al ser de mayor tamaño que las arañas vasculares cuando se dilatan son palpables. Pueden ir asociadas a molestias ocasionales en forma de picor o pierna cansada.
Tienen forma de cordón retorcido y son más gruesas que las telangiectasias. Aunque son responsables de la pesadez de las piernas y de otros síntomas en las extremidades inferiores, como el calor, el hormigueo o los calambres, lo cierto es que no son preocupantes, salvo que su calibre aumente y lleguen a alterar el relieve de la piel; en cuyo caso estaríamos ante varices troncales, mucho más serias desde el punto de vista clínico.
Varices tronculares.
Son dilataciones de los troncos principales del sistema venoso superficial o de sus ramas. Son claramente palpables y suelen producir molestias (picor, dolor, hinchazón, pierna cansada…). En algunas circunstancias, pueden producir complicaciones en forma de flebitis, sangrados o alteraciones cutáneas como el ennegrecimiento o atrofia de la piel y, en último grado, la ulceración.
SEGÚN SU CAUSA:
Congénitas. Aparecen desde el nacimiento.
Primarias o esenciales. Aparecen después del nacimiento aunque sin causa conocida.
Secundarias. Aparecen después del nacimiento, pero a raíz de una causa, típicamente traumatismos o trombosis del sistema venoso profundo.
Según su localización o anatomía. Dependientes de la vena safena interna, vena safena anterior, vena safena externa, venas perforantes de la pierna…
Según el mecanismo causal. Debidas a la disfunción del sistema venoso por reflujo o por obstrucción.
Los síntomas más habituales son:
- Piernas pesadas.
- Dolor.
- Calambres.
- Picor.
En estadios más avanzados pueden llegar a producirse cambios en la coloración de la piel e incluso úlceras de estasis.
¿Cuáles son las causas de las varices?
La circulación sanguínea asegura, gracias a las arterias, el aporte de oxígeno a los diferentes órganos y tejidos, y, gracias a las venas, el retorno al corazón de la sangre pobre en oxígeno.
Para realizar esa función de retorno diferentes mecanismos permiten vencer la fuerza de la gravedad. Cuando alguno de esos mecanismos falla, la sangre se estanca en las venas, sus paredes se dilatan y su estructura y función se alteran apareciendo los síntomas.
¿Quién puede sufrir varices?
Dependerá de cada caso, pero no existe ningún tratamiento definitivo que permita curar la insuficiencia venosa crónica por lo que, independientemente del tratamiento que se aplique, la utilización de soporte elástico y la observación de las medidas generales citadas constituyen la base del éxito en el control de la enfermedad y la única forma de luchar contra la aparición de nuevas varices después del tratamiento.
¿Cómo se diagnostica la insuficiencia venosa?
La exploración física suele ser suficiente para establecer el diagnóstico de las varices, aunque existen algunos datos que es preciso conocer.
Por esta razón, existen pruebas complementarias, de entre ellas el eco-doppler-color la que más información nos facilita.
Tratamiento para las arañas vasculares y las venas reticulares
Antes de iniciar cualquier tratamiento vascular en las piernas, es imprescindible hacer buen estudio preliminar y completar una exhaustiva historia clínica para evitar complicaciones en el tratamiento o malos resultados. Asimismo, es necesario llevar a cabo una cuidadosa exploración física para que el especialista en cirugía vascular descarte la presencia de varices de gran tamaño o una posible insuficiencia en las venas safenas.
Para ello el especialista puede prescribir una ecografía tipo Doppler, ya que algunos problemas vasculares no son visibles a simple vista. La eco Doppler es una prueba no invasiva que ayuda a detectar alteraciones en el funcionamiento de las válvulas venosas, coágulos, bloqueos, defectos estructurales en los vasos sanguíneos, dilataciones anómalas…
Después de esta primera exploración, el cirujano vascular puede establecer el grado de IVC y diseñar de manera personalizada el mejor tratamiento para las arañas vasculares y/o las venas reticulares.
Si se trata de eliminar arañas vasculares y venas reticulares, una de las mejores alternativas es, según nuestra experiencia, la combinación del tratamiento esclerosante, tanto líquido como en microespuma.
Escleroterapia para varículas o venas reticulares
La escleroterapia consiste en la infiltración de un líquido o espuma esclerosante dentro de las venas dilatadas mediante una aguja de calibre muy fino. El efecto que se persigue es que este agente químico fibrose el vaso anómalo y lo cierre hasta que se reabsorba y desaparezca, reconduciendo el flujo sanguíneo por las venas que no están dilatadas.
Este tratamiento de escleroterapia es efectivo contra las varices de pequeño tamaño y las pequeñas ramificaciones que dependen de ellas y la cantidad de sesiones dependerá del número de vasos sanguíneos que haya que tratar.
La escleroterapia es un tratamiento farmacológico, no quirúrgico que se aplica en consulta, sin anestesia y de manera ambulatoria. Sus efectos secundarios son pocos y generalmente leves y aunque el paciente puede incorporarse a su vida cotidiana de manera inmediata, es conveniente que siga algunos consejos como no hacer deportes demasiado exigentes, movimientos bruscos, correr, saltar durante unos días.
Asimismo, el paciente deberá usar medias de compresión durante una semana o dos, según indicación del especialista, y esperar unas semanas antes de someterse a la siguiente sesión. En este espacio de tiempo, y desde la primera sesión, se puede observar una clara mejoría de las venas finas visibles bajo la piel. En las semanas posteriores estos avances irán siendo apreciables en los vasos más grandes.
Tratamiento para varices con mediante fleboesclerosis con microespuma
La escleroterapia con microespuma es un tratamiento muy eficaz e innovador para las varices y las úlceras crónicas de las extremidades inferiores.
El tratamiento con microespuma consiste en inyectar en la vena enferma una sustancia en forma farmacéutica de microespuma, que desplaza a la sangre y permite tratar selectivamente la pared interna de la vena varicosa, transformándola en pocos meses en un cordón cicatricial por el que no circula la sangre.
Con muy baja concentración se consiguen resultados eficaces incluso en grandes varices.
Permite eliminar cualquier vena varicosa, independientemente de su tamaño, localización o morfología, incluyendo las de gran calibre.
¿Cómo se realiza la fleboesclerosis con microespuma?
Es una técnica que apenas produce molestias al paciente y logra excelentes resultados en pocas sesiones de tratamiento.
Además, no requiere hospitalización ni anestesia, por lo que puede emplearse en pacientes mayores, a los que no se puede operar. No es necesario hacer reposo ni causar baja laboral.
Procedimiento:
- Se punciona.
- Se localiza la vena enferma mediante ecodoppler.
- Se introduce dentro de la vena un catéter a través del cual se inyecta la microespuma.
- Mediante un el ecodoppler se controla en todo momento la situación y se sabe dónde está la espuma.
- Finalizado el procedimiento se coloca una venda y una media elástica al paciente.
- El paciente regresa a su domicilio sin problemas, por su propio pie.
- Con posterioridad deberá acudir a consultas periódicas para ser examinado clínica y ecográficamente.