Dr. Baldomero Álvarez Fernández

Nuestro Equipo
Dr. Baldomero Álvarez Fernández
Geriatría
Doctor en Medicina por la Universidad de Málaga.
Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Málaga en al año 1984.
Especialista en Geriatría
Experto Universitario en Cuidados Paliativos por la Universidad de Granada.

¿Envejecemos cada vez con más calidad de vida?

En efecto, cada vez envejecemos durante más años y con mayor calidad de vida. El control de los factores de riesgo vascular, los adelantos en medicina y el Estado del Bienestar han hecho posible aumentar la expectativa de vida, que prácticamente se ha duplicado en un siglo, y además, lograr que durante más años seamos capaces de llevar a cabo una vida física y socialmente  más activa.

 

¿Por qué motivo acuden sus pacientes a su consulta de la Clínica San Juan de la Cruz? ¿Cuál es el perfil de su paciente?

Los pacientes que acuden a nuestra consulta habitualmente  son mayores de 75 años, con pluripatología y polifarmacia; y lo hacen por problemas en una o varias de las siguientes cinco áreas:

 

Fragilidad: trastornos en la marcha, caídas de repetición, pérdida de peso, cansancio crónico y pérdida de actividad.

 

Deterioro de Memoria: para descartar si hay demencia; y en pacientes con demencia, para el control de trastornos de conducta asociados a la demencia(insomnio, agitación, alucinaciones, inquietud… etc); y trastornos del ánimo.

 

Control de patologías crónicas desde un punto de vista global (insuficiencia cardiaca u otras insuficiencias de órgano, HTA, Diabetes etc) Desde un punto de vista global significa que cada patología y cada fármaco debe de valorarse en el contexto de ese paciente en concreto. Por ejemplo: el manejo del paciente diabético es sustancialmente distinto si se trata de un paciente con 50 años, a si se trata de un paciente con 88 años pluripatológico. Un paciente mayor puede tener prescritos muchos medicamentos bien indicados para la patología o patologías que subyacen, pero es necesario valorar si el beneficio esperado de cada fármaco supera el riesgo de tomar 5, 10, 15 o más fármacos. A estos aspectos es a lo que me refiero cuando hablo de un punto de vista global.

 

Análisis pre y postquirúrgico. Pacientes que tiene indicación de una intervención quirúrgica pero acuden para que se evalúe si la intervención va a lograr que el paciente  mejore, no solo de la patología que sustenta la indicación quirúrgica, sino  si intervención le va a permitir  mejorar desde un punto de vista funcional, social y/o cognitivo. También nos piden evaluar los condicionantes reversibles de fragilidad que se pueden mejorar con vistas a sufrir dicha intervención.

 

Por último, nos piden valorar a pacientes en último estadio de enfermedad, lo que se puede incardinar en el ámbito de los cuidados paliativos.

 

¿Cómo ayuda la Valoración Geriátrica Integral al tratamiento del paciente y al trabajo del médico?

Las características especiales del paciente geriátrico, en el que se asocian los aspectos propios del envejecimiento junto a múltiples patologías con una presentación atípica de las mismas, hacen que muchos diagnósticos queden ocultos al igual que factores reversibles no reconocidos que pueden mejorar al paciente desde un punto de vista  médico , funcional, social y cognitivo..  Desde este punto de vista la VGI mejora la exactitud diagnóstica,  establece un diagnóstico adecuado a cada paciente, mejora el estado funcional y cognitivo, la calidad de vida y disminuye la mortalidad. De ahí que la VGI es el arma diagnóstica y terapéutica del Geriatra.

 

¿Esta valoración es básica a la hora de enfrentarse a una cirugía. Por qué?

Afortunadamente, pasaron aquellos tiempos en los que se negaba un tratamiento quirúrgico por la fecha de nacimiento que figuraba en el carné de identidad. Actualmente, los servicios quirúrgicos de todos los hospitales, asisten a un altísimo porcentaje de paciente mayores y muy mayores como los nonagenarios.  Esto, que es un logro social indiscutible,  obliga a organizar una asistencia adecuada a pacientes de máxima complejidad. En estos casos no solo es necesario establecer la indicación quirúrgica y el riesgo del acto quirúrgico en si,  sino que es fundamental establecer si la realización de la intervención indicada va a mejorar la situación  funcional, cognitiva y social del paciente y si coexisten en él aspectos reversibles de fragilidad que pueden ser mejorados antes  y después de la intervención. En este sentido la VGI es una herramienta fundamental. Hace unos meses publicamos un artículo en la Revista Española de Geriatría y Gerontología y una nota en el Journal American College of Cardiology donde analizábamos los aspectos no cardiológicos de los pacientes con estenosis aórticas cuya válvula se va a remplazar,  y  el papel de la VGI en la evaluación adecuada de los mismos.

 

¿La fragilidad o las caídas de repetición suelen ir asociadas a la vejez, pero hay que darles la importancia que se merecen para que no generen mayores problemas?

Las caídas de repetición en los mayores nunca son casuales, en todos los casos es necesario realizar una VGI que determinen los factores que pueden estar influyendo en las misma. Las caídas en los mayores son de una importancia fundamental, y no solo por sus consecuencias inmediatas que pueden ser muy graves: fracturas, heridas, hemorragias;  sino también por el efecto que causa en el estado de ánimo, la confianza, la funcionalidad  y en las posibilidades de relación del paciente.  Todas estas repercusiones no directas se incluyen en el “ Síndrome postcaída”

 

¿Qué diferencia a la demencia y al delirium?

La diferencia fundamental es que la demencia es una patología crónica y progresiva; y el delírium, en principio, es un cuadro reversible caracterizado por un déficit en la atención y/o  en otras esferas cognitivas (memoria, orientación, agnosia…), que aparece en pocas horas o días; que tiene un curso fluctuante, es decir, el paciente está en este momento muy alterado y a los 30 minutos puede estar absolutamente normal; y que en todos los casos el factor o factores desencadenantes   es una causa orgánica:  infecciones y los fármacos son unas de las más frecuentes.  Aunque, en principio es reversible, lo cierto es que los que lo sufren tienen más probabilidades de sufrir una demencia y que en algunos casos el delírium se hace crónico representando el inicio de una demencia.

 

¿Qué pautas de prevención ante diversas enfermedades establece en su consulta geriátrica?

El control adecuado al contexto de cada paciente de los factores de riesgo vascular: HTA, Diabetes, Dislipemias, obesidad y hábitos tóxicos; la ponderación en la prescripción farmacológica, una nutrición adecuada. el ejercicio adaptado a as posibilidades del pacientes y un nivel de sociabilidad lo más alto posible son los aspectos preventivos primarios y secundarios más relevantes.

 

¿Cuál es el peor enemigo de un adulto que ha llegado a la vejez?

Probablemente la soledad y la falta de recursos.